Reseña: Kingsburg

Kingsburg es uno de los primeros juegos que entraron a formar parte de mi pequeña estantería la cual espero que día a día vaya engordando, lo compré porque en algún blog leí que estaba entretenido y que a medida que iban jugando les gustaba más. Para muchos será un juego al cual no querrán ni acercarse ya que se basa en tiradas de dados con lo cual la suerte está siempre presente, pero si queréis saber un poco más sobre este juego que a mí personalmente me gusta bastante, solo tenéis que continuar leyendo.

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La corte de los 18:

El tablero es muy visual y todo queda muy claro

Kingsburg se basa en una peculiar mecánica de colocación de trabajadores, ya que estos son un grupo de dados. En el tablero principal se encuentran los 18 personajes a los que podemos influenciar para obtener sus beneficios, estos van desde ganar puntos de victoria, conseguir recursos, aumentar nuestras defensas o descubrir a que amenaza deberemos hacer frente al final del invierno. El juego transcurre a lo largo de cinco años en los que pasaremos por diferentes estaciones, al finalizar el último año el jugador con mayor puntuación será el ganador. Para obtener los puntos de victoria tendremos a nuestra disposición un grupo de tres dados, antes de cada estación los jugadores tirarán estos al mismo tiempo y según la combinación de valores obtenidos podrán influenciar a un consejero u a otro. Cada consejero representa un número, y solamente un jugador puede influenciar a un consejero para obtener su beneficio, de esta manera si alguien obtiene en su tirada  1, 3, 7, con esta combinación de valores deberá intentar conseguir los recursos necesarios para desarrollar su castillo, este jugador podría usar los dados independientemente para influenciar al consejero 1, 3 y 7, o podría utilizar los valores 1 y 3 para influenciar al consejero número 4.

Preparaos para el combate o sufriréis las consecuencias

 Como veis la interacción del juego es totalmente indirecta, pues si alguien habla con un consejero que te interesaba deberás intentar conseguir esos recursos de otra manera, pues ese consejero ya no te ayudará. Al final de cada estación hay una fase de construcción, donde los jugadores pueden desarrollar su castillo, dependiendo del edificó que construyan obtendrán unos puntos y unas ayudas distintas, de esta manera cada uno planea su estrategia a seguir según los edificios que quiera. Como el juego está basado en dados el factor azar es bastante elevado, para intentar mitigar esto hay algunas ayudas como edificios que otorgan tokens de +2 a la tirada o consejeros que una vez influenciadas también dan ese beneficio, estos tokens son importantes, pues podemos convertir una tirada de 6 en un 8, o incluso acumulando varios llegar hasta los 18 del máximo consejero, en este caso, el rey. Otro de los apartados interesantes es que al final de cada año, en el invierno, los jugadores deberán hacer frente a una amenaza, ataques de goblins, orcos, barbaros, etc. para ganar el combate deberán superar la fuerza de estos guerreros ya sea construyendo edificios o influenciando consejeros que otorguen defensas, si ganan el combate recibirán recompensas, pero si pierden la penalización puede ser bastante severa, nunca se sabe.

Un total de 20 edificios, vosotros elegís vuestro camino

  La idea es bastante original, pero si no os gustan los juegos de dados y preferís aquellos donde podéis tener todo bajo control, difícilmente Kingsburg sea vuestro juego, pero si buscáis un juego para amenizar la tarde, con varias estrategias a seguir, que no sea un fríe cerebros y que normalmente gusta bastante por su sencillez, tal vez podáis hacerle un tiento.

Un buen puñado de dados y muy coloridos

Componentes:

Madera, oro y piedra, las tres materias del juego

Tenía yo ganas de poder poner a parir algún juego en cuanto a sus componentes, pues casi siempre hablo muy bien de los juegos que he reseñado y Kingsburg sin tener unos componentes malos personalmente creo que en algunos aspectos podrían ser mejores. Empezamos por lo bueno, el tablero es de cartón grueso resistente, desplegado es bastante grande y todo está muy bien explicado en las ilustraciones, creo que estas podrían ser algo más bonitas, pues los consejeros son bastante feotes, esto parece el planeta de los simios y no el medievo. En los puntos negativos a destacar los dados, la verdad es que viene un buen montón y de diferentes colores, pero creo que pesan poco así que la sensación al cogerlos es extraña. El peor componente con diferencia es el tablero personal de cada jugador, acostumbrado a cosas de calidad como son los del Agrícola estos son simplemente un folio plastificado, el juego vale su dinero y creo que alguna cosa mejor podrían haber utilizado. Los tokens los dejaremos en un término intermedio, son un poco feotes pero bueno, les damos un aceptable. Las cartas de los eventos son también algo delgadas, pero como prácticamente no se usan pues bueno... tampoco es un gran inconveniente. Los cubitos de madera pues son eso, cubitos y de calidad parecida a la de muchos otros juegos así que aquí ninguna queja. La caja es la típica de juegos como Catan, trae un inserto donde podemos colocar todos componentes perfectamente, con un poco de aire, pero sin exagerar. 

Todo queda bien ordenado y la caja pesa poco

Conclusión:

 Kingsburg es un juego para pasar una hora y media entretenida, es un juego de dados así que olvidaros de llevar el control de las cosas, es cierto que hay algunos edificios que todo el mundo ira a construir si o si, pues otorgan buenos beneficios. En las primeras partidas seguramente os ciñáis bastante a seguir una misma estrategia pero lo divertido es probar cosas distintas, al final se pueden obtener buenas puntuaciones siguiendo diferentes caminos, yo casi nunca gano a este juego, pero el rato que paso jugándolo me divierto bastante. Con no jugones ha sido un éxito total, siempre que lo he sacado a la mesa les ha encantado y para mi tiene ese punto de gestión que me hace contento.

Lo que me gusta:

· Se explica muy rápidamente.

· Funciona bien con cualquier número de jugadores

· Me ha servido para introducir a los no jugones a juegos de gestión y colocación.

· Es un juego sencillo pero muy entretenido.

· Nunca digo que no a una partida de Kingsburg

No me gusta:

· Los dibujos son bastante feos, el oro parecen limones y algunos personajes son un poco simios.

· Hay edificios bastante poderosos que todo el mundo construye siempre.

· Es frustrante ver que haces tiradas de mierda y los demás no.

· Se necesita una mesa grande, pues con los tableros individuales y todo ocupa bastante.

Ficha:

·Nº de jugadores: 2-5 

·Idioma: Castellano (Totalmente independiente del idioma)
·Tiempo: 90min.
·Precio aprox.: 40€