Reseña: Jaipur

 Quien no ha soñado alguna vez con ser un simpático indio que trabaja en el mercado intentando conseguir los mejores chollos a base de comprar e intercambiar mercancías para poder llegar a ser el preferido del Raja? Pues si ese es vuestro sueño no se a que esperáis para haceros con Jaipur, un juego exclusivo para dos jugadores que merece formar parte de nuestras estanterías.

Bueno, bonito, barato:

 Nos encontramos ante un juego que ronda los 20€ i que es algo difícil de conseguir (a mi me costo horrores encontrarlo para regalárselo a mi pareja), sus ilustraciones y componentes son excelentes y visualmente hablando no dejara a nadie indiferente. Jaipur nos mete en él el papel de un mercader el cual tiene que conseguir la mayor cantidad de monedas a base de comprar y vender mercancías que encontraremos en el mercado, pensando cuando realizar una venta ya que cuantas más mercancías de un mismo tipo vendamos al mismo tiempo mayor será el bono que consigamos por la venta y así llegaremos a ser el preferido del Raja. Las mecánicas del juego son muy sencillas por lo que es un juego apto para todos los públicos, pero no por ello se queda pequeño ya que tiene la suficiente chicha como para hacer que haya buenos piques entre verdaderos jugones.

  La preparación no nos llevara más de dos minutos, es tan sencillo como colocar todas las fichas de mercancías apiladas en grupos a un lado de la mesa de mayor a menor valor, así pues quedaran ordenados de la siguiente manera: diamantes, oro, plata, telas, especias y pieles.  También dejaremos a un lado las fichas de bono por realizar buenas ventas y finalmente crearemos el mercado colocando en el centro de la mesa tres camellos y dos mercancías extraídas al azar, apartando a un lado las cartas restantes que formaran el mazo de juego. Cada jugador empieza con una mano inicial de cinco cartas, pudiendo apartar los camellos a un lado que no contaran para la mano máxima que es de siete cartas.

El juego es muy transportable, no necesita mucho despliegue

  Bien, ya tenemos nuestra mesa preparada para jugar, vamos a conocer un poco las reglas. El juego se desarrolla por turnos, cada jugador en su turno tiene la posibilidad de realizar tres acciones diferentes, pero solo se puede hacer una de ellas por turno. Las acciones van desde comprar una mercancía del mercado, comprar todos los camellos disponibles en el mercado, intercambiar mercancías del mercado por mercancías propias o finalmente realizar una venta para conseguir las preciadas monedas que nos darán la victoria. De esta manera un jugador que quiera comprar una mercancía podrá escoger una de las disponibles en el mercado y llevársela a su mano, el hueco dejado por esta carta deberá ser rellenado por otra del mazo de juego, recordad que en el mercado siempre tenemos que disponer de cinco mercancías. Otra de las acciones disponible es la de escoger camellos, los camellos son un bien abundante y que a veces puede parecer que no tienen demasiada importancia, pero sabiendo cuando elegir camellos y usándolos correctamente podemos llegar a fastidiar mucho a nuestro adversario. Si el jugador elige llevarse los camellos deberá hacerse con todos los disponibles, esto quiere decir que si el mercado esta compuesto de un diamante y cuatro camellos, el jugador ha de retirar los cuatro camellos y dejarlos en su reserva de camellos, recordad que los camellos no se cuentan para la mano máxima, seguidamente se repondrá el mercado, por lo que hay que ser muy cuidado a la hora de elegir camellos, no nos interesa llevarnos cuatro camellos y que a nuestro oponente le salgan cuatro diamantes.

Como veis esta todo magnificamente ilustrado

  Intercambiar mercancías nos permitirá elegir más de una mercancía del mercado pero teniendo que reemplazarlas por otras de nuestra mano, así un jugador puede elegir llevarse dos pieles y una tela pero en su lugar debe dejar tres mercancías de su mano pudiendo utilizar también los camellos, pero no esta permitidlo volver a dejar mercancías del mismo tipo que las elegidas. Aquí es donde entra la importancia de los camellos, pues estos carecen de valor monetario pero si de un gran valor a la hora de realizar intercambios.
  Vender mercancías es lo que nos hará conseguir las preciadas monedas que nos llevaran a la victoria, pero hay que pensar muy detenidamente cuando realizar una venta, ya que cuanta más cantidad de una mercancía vendamos de golpe mayor será el bono de venta. Hay tres tipos de bonos, el bono de venta de tres materias, de cuatro o de cinco. Como su nombre indica el bono de tres lo obtendremos si conseguimos vender tres mercancías de golpe, proporcionándonos una bonificación que va desde una a tres monedas. Los demás bonos funcionan igual solo que la recompensa es mayor.

Todas las fichas de cartón ya vienen destroqueladas

  El juego se desarrolla por rondas, una ronda termina cuando todas las mercancías se han vendido y es en este momento cuando los jugadores hacen el recuento de monedas, el que más monedas tenga en su poder será el mejor mercader y habrá ganado esta ronda. Cuando un jugador consiga ganar su segunda ronda se convertirá en el favorito del Raja y ganara la partida.
 
Componentes:

 Los componentes son magníficos y de una increíble calidad como podéis ver en las fotos. La caja del juego es de un tamaño parecido a la del Bang! (cito este como podría citar cualquier otro, pero os podéis hacer una idea viendo las fotos de los dos juegos), todas las fichas de cartón vienen destroqueladas y colocadas en su sitio, el injerto de plástico en el interior es idóneo para que las cartas y las piezas no queden sueltas por el y además es la mar de mono. El componente principal del juego, las cartas, son de buena calidad, pero si queréis preservar su imagen deberéis enfundarlas, esta es la pega de todos los juegos de cartas, que de tanto mezclar se acaban desgastando y si enfundáis estas cartas tendréis el problema que no os cabrán en el injerto de plástico tan bien bonito que tenemos.

Impecable presentación y super colorido

Conclusión:

  Como veis Jaipur es un juego de reglas muy sencillas, pero creerme cuando os digo que después de jugar un par de partidas empezareis a comprender realmente la mecánica de puteo que se esconde detrás de esas cartas tan coloridas. La duración esta realmente ajustada, no se alarga más de 30 minutos. Los piques que se crean son muy sanos, porque perder la ronda por tres o cuatro monedas de diferencia hacen que quieras la revancha. Aunque el juego es de cartas y el componente de azar esta presente, no os preocupéis porque si pensamos bien la jugada el azar no tiene lugar en la partida.  Realmente este juego fue un fantástico descubrimiento que recomiendo a todos aquellos que busquéis un juego exclusivo para dos, yo me alegro mucho de tenerlo dentro de mi estantería.

Pros:
- Estéticamente es precioso.
- Componentes de fantástica calidad.
- Partidas cortas pero intensas.
- Reglas sencillas y para todo tipo de públicos.
- Aunque es sencillo de jugar tiene la suficiente profundidad como para tener una vida duradera.

Contras:
- Es solo para dos jugadores.
- No esta en español, pero podemos encontrar las reglas en internet.
- Difícl de encontrar, por lo menos a mi me costo.