Dos días por las Dau 2013 (II)

Casi dos meses después de la primera entrada de las Dau vuelvo por aquí para terminar el segundo día, en está ocasión pude llevarme conmigo a Anna, por lo que el día se presentaba mucho más jugón que el anterior, en el cual las únicas partidas que hice fueron las del torneo de Dungeon Raiders.

Día 2, a jugar:

 Deciros que a Anna le gusta llegar temprano a los sitios, por lo que salimos más pronto que el día anterior, mucho mejor porque al llegar a Barcelona pudimos aparcar perfectamente en el parking de La Maquinista y andar los 10 minutos hasta el recinto de las Dau.

 El objetivo principal era probar unos cuantos juegos, lo bueno de las Dau es que las editoriales traen juegos de recién publicación que en otras jornadas es más complicado encontrar, así pues nuestros objetivos principales eran: Inkognito, 21 motines y Spartacus.

 Después de la vuelta de rigor para enseñarle a Anna un poco todo el tinglado, saludar a los amigos y conocidos que por allí había nos dispusimos a empezar nuestra primera partida del día, el juego afortunado fue Inkognito, a dos no podíamos jugar pero uno de los chicos de Devir que estaba allí para hacer las demostraciones se prestó a jugarlo con nosotros, así que ya éramos tres para jugarlo. La explicación de las reglas fue un poco mala, ninguno de los dos comprendimos demasiado bien las mecánicas del juego y las tuvimos que ir aprendiendo sobre la marcha. La verdad es que el juego es muy divertido, los juegos de deducción me gustan mucho y no he sabido encontrar demasiados juegos de este género, lo que me gusto de Inkognito es que el juego funciona por parejas, por eso me parece un juego para jugarlo únicamente a 4 jugadores, a tres es jugable pero para nada es lo mismo. Básicamente se reparten unas identidades al inicio de la partida a cada jugador y cada uno de ellos según una misión debe averiguar quién es su pareja y cumplir ambos su objetivo, para ello podremos interrogar a los otros jugadores acerca de su complexión o identidad para ir atando cabos y saber quién es quién. En nuestra partida la liamos bastante y tanto Anna como el chico de Devir dieron alguna información falsa que provoco situaciones bastante divertidas, sin duda el juego me gusto mucho pero su limitación a 4 jugadores hace difícil la entrada en la estantería. La partida la ganó el tipo de Devir, yo pensaba que era mi compañero y le di toda mi información que utilizo para cumplir su misión, después vimos que me timo vilmente en alguna jugada anterior y nos echamos una buena pecha de reír. A mitad de la partida de Inkognito se acercó Perepau con un invitado especial, Pedro Soto, Anna no tenía ni idea de quién era pero este la había dibujado para el juego 1911:Amundsen vs Scott, fue una situación muy graciosa.

 Para continuar la mañana le tenía el ojo puesto al Spartacus, pero una vez más éramos solo dos y está vez no parecía que fuéramos a tener la misma suerte, así que continuamos nuestra vuelta por las mesas hasta llegar a un rinconcito de la sala, había un par de chicos de Diezmo Games, mostrando dos juegos, Red Code y Wetland, el primero me sonaba de haberlo visto en Verkami pero no se llegó a completar el proyecto, el juego no pintaba mal por lo que íbamos viendo y por allí andaba otra pareja interesada en él, otra vez estuvimos de suerte y creamos un grupito de cuatro para jugar un 2vs2 a este Red Code, Pablo (creador del juego) nos lo explico en un periquete y empezamos a jugar. Al principio escogimos nuestros barcos y ambos equipos elegimos los mismos, para darle más gracia cambie mi porta aviones por el acorazado, el juego se desarrolla en un tablero formado por cartas al azar, hay dos modos de juego, por muerte súbita o a puntos, para conocer el juego probamos la muerte súbita que es un modo más rápido y suficiente para probar mecánicas. Cada jugador dispone de un mini tablero de su barco con diferentes acciones, puntos de vida y 6 tripulantes, para realizar las acciones colocamos a nuestros tripulantes en ellas, pero al principio del siguiente turno solo recuperaremos dos de los tripulantes utilizados, por lo que hay que ir gestionando a los personajillos para no quedarnos vendidos en una situación de riesgo. La partida duró unos 45 minutos, ganamos Anna y yo, y por lo que vi el juego gustó bastante a todos, a mi me dejó algo más frío que a los demás, la idea de juego en equipo si me parecio muy buena así como la mecánica de colocación de trabajadores para realizar las acciones, pero el acabado en cuanto a componentes e ilustraciones se notaba que eran una editorial novel, por mi parte espero que tengan suerte pues los inicios siempre son complicados.

 Parecía mentira pero con tan solo dos partiditas y una vuelta casi era la hora de comer, pasando de ir al chino del otro día dónde no les quedaba arroz (¿Un chino sin arroz?), decidimos volver hacía La Maquinista e ir al Tommy Mel's, una cadena de comida americana, hamburguesas, sanwiches y esas cosas, a nosotros dos nos gusta bastante y hacía tiempo que no lo pisábamos. Al terminar de comer Anna decidió quedarse por allí para ultimar las compras de navidad, yo como buen jugón la deje sola y volví a las Dau.

 Dando la vuelta de rigor vi a mi buen amigo Stephane hablando con los chicos de Diezmo, me acerque a saludarlo y aproveche para darles un poco mis impresiones sobre Red Code, una gente muy maja la verdad. Sin Anna y solito estaba un poco como el día anterior, pero entonces me entero de que empezaba un torneo de Augustus, de cabeza me fui a por él y se lo dije a Ribouldingue que andaba por allí, por desgracia llegó tarde y ya no quedaban plazas. El torneo empezó estupendamente para mí, solo había dos rondas a las cuales llegaban los dos mejores de cada una de las mesas de la ronda anterior, no sé cómo me lo monte pero en la primera mesa terminamos en poco más de 25 minutos, más o menos hice unos 75 puntos respecto a los 50 y pocos del segundo clasificado, así que ya me había colado en la final. Esperamos un poco a que terminarán las otras mesas y ya empezó la última ronda, a mitad de partida llegó Anna y me empezó a gafar cosa mala (Si lee esto se va a enfadar), no completaba ninguna de las jodidas misiones, no tuve suerte y no pude ganar, me quedé sin el premio que era precisamente un Augustus, una pena, pero en ese mismo torneo conocimos a unos cuantos jugadores de Manresa, intercambiamos los teléfonos para quedar algún día y jugar... al Augustus que ellos habían ganado!

 Volvíamos a ser dos para buscar algo a lo que jugar, las mesas estaban a petar y daba gusto ver a tanta gente, el Spartacus estaba ocupado por un grupo por lo que parecía que hoy no lo íbamos a probar, 21 motines también ocupado y ya empezábamos a pensar en irnos para casita, pero entonces vi el Ligeretto cartas, a este lo había jugado una vez en casa de Stephane por lo que ya sabía por dónde iban los tiros, nos juntamos con un padre y su hija de unos 8 años, el chico de Devir que nos explico el Inkognito se sumo a la fiesta y les expliqué como se jugaba a todos (?), jugamos un par de partidas rápidas, con sus pertinentes risas, un juego chorra pero muy divertido.

 Al terminar ya estábamos dispuestos a irnos, pero una vez más nos acoplamos a una mesa, a jugar a El Casero, otro de recién publicación por Edge, personalmente este fue el que menos me gustó de todos, un filler de cartas con pequeñas dosis de puteo entre jugadores, se trata de ir construyendo bloques donde meter inquilinos y cobrar el alquiler, al final de la partida gana el que más dinero tiene, la gracia es que hay inquilinos con efectos y el poder putear un poco a los otros, para pasar el rato no está mal.

 Ahora ya sí el día no daba para mucho mas, nos despedimos de nuestros amigos y volvimos para casa. Anna salió encantada, con ganas de haber probado alguna cosita más, por lo que las Dau ya se han convertido en otra cita lúdica que no nos vamos a perder, el año que viene, más y mejor, seguro.